Romance por la pérdida de Alhama (1482)

El Romance por la pérdida de Alhama (Granada), que recordaba el episodio con el que se inició la Guerra de Granada (1482-1492), constituye uno de los mejores ejemplos de los romances históricos fronterizos castellanos. Aunque se trata de una composición cristiana, en este caso el romance adopta la perspectiva nazarí. En ella se responzabiliza a Muley Abu-l Hassan (Muley Hacén), penúltimo emir, de la pérdida de Alhama, debido a la represión que ha llevado a cabo del linaje de los Abencerrajes y al hecho de haber acogido en la corte de Granada a Pedro de Venegas (procedente de Luque, Córdoba) , que da lugar al linaje granadino de los Bannigas.

 

Paseábase el rey moro – por la ciudad de Granada

desde la puerta de Elvira – hasta la de Bibarrambla

–¡Ay de mi Alhama!–

Cartas le fueron venidas – que Alhama era ganada.

Las cartas echó en el fuego, – y al mensajero matara.

–¡Ay de mi Alhama!-

Descabalga de una mula – y en un caballo cabalga;                    5

por el Zacatín arriba – subido se había al Alhambra.

 

-¡Ay de mi Alhama!-

Como en el Alhambra estuvo, – al mismo punto mandaba

que se toquen sus trompetas, – sus añafiles de plata.

-¡Ay de mi Alhama!-

Y que las cajas de guerra – apriesa toquen el arma,

porque lo oigan sus moros, – los de la vega y Granada.              10

-¡Ay de mi Alhama!-

Los moros, que el son oyeron – que al sangriento Marte llama,

uno a uno y dos a dos – juntado se ha gran batalla.

–¡Ay de mi Alhama!-

Allí habló un moro viejo, – de esta manera hablara:

– ¿Para qué nos llamas, rey? – ¿Para qué esta llamada?

–¡Ay de mi Alhama!–

– Habéis de saber, amigos, – una nueva desdichada:                  15

que cristianos de braveza – ya nos han ganado Alhama.

-¡Ay de mi Alhama!-

Allí habló un alfaquí – de barba crecida y cana:

– ¡Bien se te emplea buen rey, – buen rey bien se te empleara!

-¡Ay de mi Alhama!-

Mataste los Bencerrajes, – que eran la flor de Granada,

cogiste los tornadizos – de Córdoba la nombrada.                     20

-¡Ay de mi Alhama!-

Por eso mereces, rey, – una pena muy doblada:

que te pierdas tú y el reino, – y aquí se pierda Granada.

–¡Ay de mi Alhama!-

 

Martínez Iniesta, Bautista : “Los romances fronterizos Crónica poética de la Reconquista granadina“,  Lemir: Revista de Literatura Española Medieval y del Renacimiento, nº 7, 2003.

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